Volvíamos a casa de pasear al perro, Misifú y yo... Y me ha preguntado "Mami, ¿Dónde está la luna?". A un lado de la calle la teníamos, redonda y muy grande. En plena hora azul.
Me hubiera gustado llegar a tiempo para pillarla en ese momento. Pero por cuestiones "logísticas", al llegar a la terraza, la luna ya no estaba tan grande y había oscurecido bastante más...
Aún así, hemos disfrutado mirándola un ratito antes de duchas, cenas y cuentos.
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